miércoles, 3 de noviembre de 2010

Dios proveerá

No existe sensación peor que la de no sentirse cómodo, no permanecer a ningún sitio. De todos y de ninguno. Cuando viajas constantemente la sensación de pertenencia desaparece, y no te sientes mejor por pensar que eres CIUDADANO DEL MUNDO. La gente pertenece a los lugares, se identifica con ellos, con su cultura, con su gente en la cual se encuentran familia ya amigos.
La deshubicación es una sensación compleja, abarcas mucho en poco, y no tienes la sensación de estar tranquilo, ni de formar parte de nada. Formar parte de un grupo lleva tiempo, rutina y constancia, cuando alguno de estos tres valores desaparece, pasas a formar parte del lado débil o a caerte de él.

No sé si mi solución es pertenecer a un lugar, creo que con el mundo de la globalización todo está cambiando, pero lo que sí se que quiero es estar cómoda, sentirme tranquila y bien, y feliz con las personas que me rodean.

Como dice mi abuela en tiempos de sequía, y ante una inminente mala situación, Dios proveerá.

1 comentario:

  1. Hola, Laura. ¡En menudo abandono tenemos a nuestros respectivos blogs! ¿Eh? Hoy entré en el mío y lo encontré desértico, solitario, frío, me pareció ver en él uno de esos arbustos que van empujados de un lado a otro por el viento, como en esas películas del antiguo Oeste americano.
    Y me puse a escribir, algo había que hacer para limpiarlo de tanta soledad, abandono y silencio.
    Estás desubicada, dices en el texto. Yo también un poco, o mucho. Pero creo que es normal en los humanos, este bajón de ánimos o yo qué sé... De pronto te ves desubicado en el mundo, perdido, como si la vida de detuviera ante tus ojos en un instante eterno. No sé, amiga mía, es extraño. Tu abuela es creyente, como mi madre, ellas se agarran a su fe, pero yo, ateo, triste de mí, no tengo más fe que la propia vida. Dios proveerá... piensan los creyentes. Y si en mi mundo no hay Dios que valga, debo esperar, y espero que la espera no sea eterna, y algún día de estos salga de este atolladero que ciega la luz de mi destino. Besos.

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